La Pascua en Hermandades del Trabajo, por María Luisa San Juan
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Como nos recuerda el Papa Francisco en su carta para la Cuaresma, «no somos islas». Caminamos juntos, con todos aquellos que el Señor ha puesto a nuestro lado.
En las Hermandades del Trabajo sabemos que recorrer nuestro camino cuaresmal supone hacerlo juntos, caminar por la misma senda. Nos une la fe que recibimos en nuestro bautismo y nos lleva a comprometernos como militantes dentro de la Iglesia. Nos une la Eucaristía de los jueves, en la que pedimos, poniendo ante el altar las dificultades y problemas del mundo del trabajo: «Señor y Hermano nuestro Jesucristo, escucha la plegaria que te hacemos y atiéndela».
De forma especial, el Jueves Santo, desde todos los Centros de Hermandades de España y América, nos unimos en la Celebración de la Cena del Señor, recordando y haciendo presentes a tantos Cristos crucificados en nuestro mundo hoy: «Mira que caminan a ciegas sin fe y sin amor, porque no te conocen«, y así hacemos presentes las necesidades de nuestro mundo.
Es la forma sinodal de vivir en la Iglesia. No cabe el individualismo. En esta etapa continental del Sínodo estamos llamados a ensanchar nuestra tienda.
El camino hacia la Pascua no nos priva de las dificultades que encontramos en la vida, ni de nuestros propios calvarios. Pero tampoco debemos caer en la tentación de quedarnos en nuestro Tabor. Todos juntos hemos de caminar hasta la cima, venciendo los obstáculos, con el esfuerzo que esto requiere. Es necesario caminar con los ojos puestos en la meta. Fijar la mirada en Cristo, para llegar a resucitar con Él. No podemos olvidar que el Camino Pascual pasa por la prueba.
De los encuentros con Cristo en el camino cuaresmal y de haber superado las pruebas que encontramos en el camino, dependerá nuestra transformación y nuestro encuentro con el Resucitado.
La celebración de esta Pascua nos hará descubrir que debemos volver a nuestra Galilea para anunciar a todos que ¡El Señor ha Resucitado!
¡¡Feliz Pascua!!