Los pasados días 20 y 22 de febrero de 2025, Córdoba fue testigo de la celebración de las XVIII Jornadas Diocesanas de Pastoral del Trabajo, un evento que reunió a diversos actores eclesiales y sociales en la Escuela de Magisterio «Sagrado Corazón». Bajo el título «30 años de la Pastoral Obrera de toda la Iglesia. Un signo de esperanza«, se reflexionó sobre la trayectoria y los desafíos actuales de esta pastoral.
En el marco del año jubilar de la Esperanza, se profundizó en el desarrollo de la Pastoral del Trabajo desde la aprobación en 1994 del documento «La Pastoral Obrera de toda la Iglesia» por parte de los obispos españoles. Este encuentro permitió analizar los retos que enfrenta el mundo obrero y laboral en la actualidad y cómo la Iglesia puede seguir siendo un signo de esperanza y misión en este ámbito. Además, se abordó el compromiso evangelizador en el mundo del trabajo como expresión de la caridad sociopolítica.

El evento contó con la participación de diversas personalidades, entre ellas, monseñor Abilio Martínez Varea, obispo de Osma-Soria y responsable del Departamento de Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal Española. También estuvieron presentes el vicario general, Jesús Daniel Alonso Porras; Miguel Cruz Santiago, militante de la HOAC y acompañante de la JOC; Miguel Güeto Moreno, militante de la HOAC y exconcejal del Ayuntamiento de Cabra; y Lola Pino Campos, militante de la A.C.O.

Durante las jornadas, se destacaron varios aspectos clave:
- Vigencia del documento «La Pastoral Obrera de toda la Iglesia»: Tras 30 años de su aprobación, sigue siendo un referente fundamental para que la comunidad eclesial asuma como propia esta pastoral. Se señaló la importancia de los Movimientos Apostólicos en el mundo del trabajo y el papel de la Iglesia diocesana a través de sus Equipos Parroquiales de Pastoral Obrera.
- El trabajo humano como dimensión fundamental: Se subrayó la necesidad de organizar el trabajo según la Doctrina Social de la Iglesia y no bajo un sistema de producción y consumo que deshumaniza. Se defendió un trabajo que respete la dignidad humana y facilite la relación con Dios.
- Compromiso con los trabajadores más vulnerables: Se enfatizó la urgencia de la acción evangelizadora en el mundo obrero, especialmente entre los más precarizados y empobrecidos. Se resaltó la importancia de una caridad que también sea justicia, denunciando las causas de la pobreza y la deshumanización.
- Evangelización y compromiso de los laicos: Se insistió en la necesidad de promover un laicado comprometido con la transformación de la sociedad, que acoja los valores del Evangelio y busque el bien común, priorizando las necesidades de los más desfavorecidos.
Las jornadas concluyeron con una oración en la que se pidió al Señor el don de una espiritualidad cristiana de ojos abiertos, capaz de impulsar una Iglesia misionera y sembradora de esperanza, al servicio de los pobres.
