D. IV de Cuaresma ©Lc.15,1-3. 11-32. 30 de marzo de 2025
La última verdad y esencia de mi ser es que “soy amado”, «mi identidad más constitutiva reside en un Amor previo y en una llamada de la que procedo: “soy amado y llamado, por eso existo”. «El amor de Dios es el móvil fundamental de todo lo creado… Cada criatura es objeto de la ternura del Padre, que le da un lugar en el mundo. Hasta la vida efímera del ser más insignificante es objeto de su amor y, en esos pocos segundos de existencia, él lo rodea con su cariño.» (Laudato si,77). Pero, al mismo tiempo, nacemos heridos y limitados. Es la herida de la soledad, de la enfermedad, del egoísmo, de la injusticia y, sobre todo, la herida del pecado y de la culpa. Y ahí el amor creador de Dios se torna misericordia.