D. III de Cuaresma ©. Lc.13,1-9. 23 de marzo de 2025
Las prisas nos matan. Como al que plantó la higuera, que cuenta Jesús, que quería los frutos ya…Pero las cosas de la vida real no son así. Nuestro sentido del tiempo es un sentido “urbanita”, muy lejos de la realidad de la tierra. El tiempo de la naturaleza es otro. Y otro es el tiempo de la vida, ¡porque la vida es un PROCESO!
Y un proceso exige tiempo, cuidados, atención y, sobre todo PACIENCIA. El camino de la interioridad no es un camino lineal ni se lo encuentra en el primer recodo, a la vuelta de la esquina: tiene subidas y bajadas, encuentros y desencuentros, días de oscuridad y días de luz, días de sequedad y días de consolación… Lo importante es seguir caminando y, sobre todo abonando, como la higuera. Sin oración paciente (silencio orante) no hay encuentro.
Don Tomás Priego Martínez.