D.VIII T.O. © Lc.6,39-45. 2 de marzo de 2025
«Por sus frutos los conoceréis», dice Jesús (Mt 7,16): el árbol bueno, da frutos buenos. Por eso, lo importante es conocer el corazón. Pero muchas veces es lo que menos interesa, y uno mira más lo que le pasa al otro que lo que yo llevo dentro. Somos incoherentes y, por lo mismo, falsos e injustos: vemos paja el ojo ajeno, pero no la viga en el nuestro. Esa no es sólo una realidad interpersonal, sino colectiva: los políticos que sólo miran la paja del otro partido: «pero usted más» …; el jefe de un país que sólo ve la invasión del otro y justifica así la guerra…; el pueblo que sólo sabe ver su propia mentira sin reconocerla… O aquello de A. Machado: «¿Tu verdad? No. La verdad. Y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela». Abrirnos humildemente a la verdad es posibilitar nuestra esperanza.
Don Tomás Priego Martínez.