D. V de Pascua. ©. JN.13,31-35. 18 de mayo de 2025
El mundo que vivimos ni nos entendemos ni querernos entendernos. Pero todos decimos que no podemos seguir viviendo así, en plena crispación, todos los días, polarizados en los extremos y utilizando únicamente el insulto, el descrédito, la frase más hiriente, la revancha, el odio. Y, en definitiva, la absoluta ceguera ante la vida. Pensar distinto, sugerir cosas diferentes, discrepar, no es delito. “Esta” vida política que “padecemos” dentro y fuera de nuestras fronteras no sólo afecta a los que ejercen de “políticos” y “políticas”, sino que llega a la vida de la misma sociedad, incluso a los amigos y la familia. Vivimos en un mundo crispado, enfadado, polarizado e ingrato.
Don Tomás Priego Martínez.
«Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».
(Jn 13,34)